El oportunismo político y mediático para sacar ventaja de todo lo que sucede en Qatar en torno al astro del fútbol mundial, ya es repugnante. Un Gobierno que se desespera porque la Selección traiga la Copa para que la gente siga anestesiada. Un grupo de medios de prensa que, con tal de ensuciar a un gobierno al que no le hace falta ayuda para eso, es capaz de desprestigiar a los mismos deportistas que, de levantar la Copa, estarán el lunes 19 en la portada de esos mismos matutinos cual dioses del Olimpo.
La reacción de Messi dio para todo. Desde un repentino merchandising
que incluyó tazas y remeras que se ofrecían por Mercado Libre con la
inscripción de la frase “Qué mirás, bobo” hasta los más ocurrentes memes y
melodías, pasando por innumerables espacios en la prensa y minutos valiosos de
radio y televisión que había que llenar con algo.
Nunca se vio tanto análisis de la Selección Argentina hecho por gente
que, en su gran mayoría, es ajena al fútbol. Puntos de vista, deportivos,
sociales, humanísticos y hasta políticos, se han vertido en las redes sociales
tras cada paso que dio la Selección en este raro mundial de fútbol, y en
especial, lo que acontecía alrededor de Lionel Messi. Veré qué sale de todo
este enjambre porque se me mezclan un montón de cosas que me vienen a la mente.
Trataré de ser ordenado.
Odiamos a Messi. Amamos a Messi
Está claro que esta versión 2022 de Messi solo se compara con el de
hace algunos años (y algunos técnicos atrás) respecto a su calidad
futbolística. Personalmente, soy de los que resistían a Messi en otros tiempos,
cuando parecía que no le ponía a la Selección lo mismo que hacía abundar en el
Barcelona. Hoy, con sus 35 años, lo estoy disfrutando como nunca antes y aunque
no salga campeón con la Selección, lo seguiré bancando. Pero esto que digo es
netamente desde una mirada futbolera. La cuestión es que hoy, se ve a antiguos
detractores de Lio, endiosándolo por una suerte de exabrupto (vaya ofensa eso
de “bobo”) como pretendiendo que por eso, Messi ya se convirtió en el nuevo
Maradona, al que no le importaba las consecuencias de sus palabras ni los
heridos que dejaba en el camino luego de cada desatino que cometía. Idiotez
marca cañón la de los que antes decían que Messi era un pecho frío solo porque
no se comportaba como Maradona. ¿De verdad creen que por una calentura en medio
de un partido de alto voltaje van a transformar a Messi en un revolucionario?
¿Por qué no lo dejan ser Messi, lo disfrutan y ya?
La política y los medios miserables
Por supuesto, en un mundo tan politizado, no podía faltar esta mirada
en torno al 10. Y los medios de comunicación que incomunican han hecho lo suyo.
Siempre tildé de antiperiodismo a uno de los diarios más despreciables que existen actualmente: Página/12 (obviamente, según mi punto de vista y no pretendo que estén todos de acuerdo). Pero creo que hoy puedo sumarle un par de matutinos más a la lista, porque tanto desde La Nación como desde Clarín, se han ocupado de embarrar la imagen de los jugadores de la Selección –particularmente la de Messi- de una manera que solo me deja una lectura: la miserable grieta política. Es sabido que al endeble gobierno que virtualmente está acabado cuando aún falta un año para las elecciones, mal no le vendría que Argentina salga campeón, por esto de la anestesia de la que tanto hago referencia en mis posteos. Al parecer, la secta gobernante cree que si la Selección gana la Copa, el festejo va a durar cuatro años y la gente “boba”, los va a votar solo porque obtuvimos una alegría futbolera. Un insulto a la inteligencia del votante, lo mismo que los medios que son capaces de ensuciar a un grupo de deportistas solo por eclipsar cualquier posibilidad de que un triunfo de Messi y compañía le sirva al Gobierno para sobrevivir en el año que le queda. Miserables. Unos y otros.
En el medio, la gente
Siempre, siempre, siempre, en el medio de toda discusión, lo que hay
es gente. Y mientras unos pocos se benefician sacando tajada de la división de
la sociedad, cualquiera sea la causa, el mayor porcentaje de habitantes de
nuestro suelo seguirá viviendo, luego del 18 de diciembre, la misma realidad
que nos golpea a todos los argentinos: la falta de trabajo, la pobreza, la
indigencia, la inseguridad, la inflación, la corrupción, la injusticia… Que un
eventual triunfo deportivo no sea el árbol que tapa el bosque. Ojalá no
caigamos en las garras de quienes pretenden anestesiarnos con el moderno circo
romano para no ver la realidad que vivimos. No seamos “bobos”.



¿Por qué razón Página 12 es despreciable a tu criterio? ¿Y por qué Clarín y La Nación se suman recién ahora a tu lista de despreciables? Tambien llama la atención que ahora descubras la pobreza y la indigencia. ¿No existía en el gobierno anterior que nos endeudó por cien años? No permitas que tu bosque antipopular tape la realidad.
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