martes, 6 de septiembre de 2022

Peligroso intento del Gobierno para avasallar a la libertad de expresión



“Quien controla los medios de comunicación, controla las mentes” (Jim Morrison)


Sigue dando tela que cortar el confuso incidente de Recoleta el pasado jueves, que tuvo como centro del debate la seguridad de la vicepresidente de la Nación. Pasaron ya 5 días y son más dudas que certezas lo que genera esta escena. Porque más allá del hecho en sí mismo, que es grave por donde se lo mire, desnudó un montón de oscuras intenciones de un Gobierno desesperado por cercenar una de las libertades más valoradas del ser humano: la de expresarse.


En nombre del odio hoy se están escribiendo las cosas más inverosímiles en las redes sociales, en los medios de comunicación y, lo que es más grave, en la prensa institucional de un gobierno que no tiene timón. Primero, porque quien debiera tener el timón, no lo tiene, y la que lo tiene, está más preocupada por no hundirse ella que por no dejar hundir el barco.


Y en esta marejada, empezaron a producirse episodios que nos llevan a la actualidad de países con gobiernos totalitarios que han conseguido instalar leyes a las que denominaron “leyes de odio”, cuya única intención es arremeter contra la libertad de expresión de los medios de comunicación y de la gente de a pie, que se atrevieran, siquiera, a emitir alguna crítica al poder.


Esta permanente tergiversación del significado verdadero de la palabra odio, hace que el Gobierno, una vez más, ofrezca un mensaje peligroso a la población. Estos mensajes están impregnados de ese mismo odio que dicen combatir. Esta vez, por medio de la agencia oficial de noticias Telam, a través de un artículo en el que intervinieron con sus opiniones gente afín al régimen kirchnerista –jamás una voz opositora, por cierto-. Este artículo dejó varios pasajes e ilustraciones preocupantes, tanto como el silencio de la prensa y de la gente que parece seguir anestesiada como aquellos pobladores de la tierra gobernada por el Gran Hermano en la célebre novela “1984”, de George Orwell.

El escrache, una práctica muy común del nazismo
El escrache, una práctica muy común del nazismo


No es el primer intento del Gobierno por controlar los dichos de la prensa y de la gente. En octubre de 2020, en plena pandemia, desde la Defensoría del Público de Servicios Audiovisuales, se había creado NODIO, un observatorio en el cual “estudiaban” los discursos violentos de las redes sociales y los medios de comunicación. Nunca quedó claro qué iban a hacer con estos discursos luego de detectarlos.


Y, si es que no lo hemos olvidado ya, luego de los escándalos que protagonizó el Gobierno durante la cuarentena, muchas voces se pronunciaban para expresar su repudio al robo de las vacunas, al vacunatorio VIP, a la fiesta de Olivos, al encierro injustificado y desmedido, a las muertes por negligencia de un sistema perverso, etc. Y aunque no partió directamente desde el Gobierno, éste vio con beneplácito una de las acciones más deleznables que nos remite al estilo Goebbels, durante el nazismo: el escrache. Tal vez éramos muy chicos y no lo recordamos, pero el año pasado se había creado lo que llamaron “Reacción Conservadora”, un sitio web con una lista de diversas personalidades opositoras, con el fin de señalarlos como desestabilizadores de la democracia. ¿Cuál sería el supuesto delito de la gente que integraba esa lista negra? Criticar los desmanes del Estado y oponerse a lo que se denomina “Agenda 2030”, a la cual este Gobierno está abonado. En esa lista se encontraban muchos periodistas opositores, como así también políticos, artistas, profesionales y diversos actores sociales que se habían pronunciado en contra de las ideologías a las que adhiere el kirchnerismo. Lo más alarmante fue el vínculo que hacían entre esas personalidades y sus círculos personales. Algo así como la práctica llevada a cabo durante la última dictadura militar en la Argentina, en la que si el nombre de una persona figuraba en la agenda de algún sospechoso, por decantación también era secuestrado.

El "amor" de unos padres riéndose mientras ven a sus niños escupiendo fotos de personas que no son del agrado del kirchnerismo.


No hace falta recordar la infinidad de desatinos verbales por parte de funcionarios del Gobierno y sus más acérrimos fans, cuando proponían con total impunidad que se colgara en Plaza de Mayo a políticos opositores, o que se probaran las pistolas taser en las pequeñas hijas de funcionarios del gobierno anterior. O cuando promovían que menores escupieran las fotos de periodistas y políticos opositores en Plaza de Mayo, o el deseo de tomar un camión y jugar al bowling con manifestantes opositores… y podría seguir con una larga lista. No se notaba demasiado amor en estos dichos, ese amor del cual el kirchnerismo dice ser dueño, en contraposición al odio, que al parecer es exclusivo de quienes solo atinamos a criticar la corrupción de un Gobierno que solo trajo pobreza, hambre y división a nuestro país. 


La suposición de que el ejercicio del periodismo libre es equivalente a tomar un arma y disparar, solo deja a las claras la incapacidad del kirchnerismo de tener un gramo de autocrítica, disfrazando de odio cualquier opinión en contra de la paupérrima gestión que está realizando. Como así también, deja entrever el permanente insulto a la inteligencia de la gente, pensando que luego de leer o escuchar algún informe sobre la corrupción kirchnerista, todo el mundo saldrá en manada a matar a algún funcionario. Pensamiento propio de mentes tenebrosas que, probablemente (y subrayo lo de “probablemente”, porque no soy psicólogo) estén reflejando en otros lo que ellos son o lo que harían.


Volviendo a la analogía que hice al principio con la novela “1984”, de George Orwell, si la prensa argentina y la población en general no despiertan, estaremos a un paso de la instalación del Ministerio de la Verdad, aquél que se dedicaba a propagar las noticias en la gris Londres del futuro y a manipular la prensa de modo tal que todo lo publicado sea funcional al gobierno. Y si llegamos allí, no habrá vuelta atrás…


Link del artículo de Telam: https://www.telam.com.ar/notas/202209/603669-discursos-de-odio-reclamo-responsabilidad-politicos-medios.html


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