viernes, 17 de noviembre de 2023

Las palabras se amortizan. Lo de "fracasado" necesita revisionarse



Van a tener que inventar un nuevo adjetivo. Lo de "fracasado", está desgastado, es precario.


Como buen hijo de maestra, contra Argentina sacó su lado más pedagógico. Exprimió su saber al máximo, para transmitirle a sus dirigidos una forma de jugar. Es cierto, sus alumnos ya contaban con esa característica: la garra. Pero con su sapaciencia (un neologismo entre sapiencia, paciencia y ciencia), impregnó a la celeste.


Primero le tocó a Brasil, ahora, a Argentina. Muchos recordarán el planteo versus Manchester United cuando estaba al mando del Athletic de Bilbao. Es su sello; frente a un rival teóricamente superior, él, lo disminuye. 


No se trata de abundarlo de elogios, sabemos que él se alejaría de ellos, porque riegan la parte más perversa del ser humano, sino, poner sobre la mesa, la capacidad cognitiva y emocional de este ser humano.


Arrastra el fantasma del fracaso del 2002, y cuanta oportunidad que hay, siempre algún personaje rebana alguna porción de su propia carne. No nos vamos a engañar; a todos nos hubiera gustado proyectar más allá de Suecia. Era nuestro deseo patrio futbolístico. Pero gracias a Dios, el fútbol enseña y corrige a los detractores, y si no, siempre hay un loco para voltear hechos del pasado.


Primero fue el abrazo a Aimar, el reconocimiento a Scaloni y, por último, el reconocimiento de nuestro Lio al loco. Que más necesita un entrenador, para ser reconocido por los campeones mundiales actuales. La emoción hacía brillar sus ojos, aunque se defina como un hombre preservado. 


Gracias loco, por no abandonar una escuela de trabajo, una filosofía de juego y una manera de vivir el fútbol. Uno juega como vive y necesita jerarquizar virtudes, como bien lo has mencionado en conferencias. En las eliminatorias, tus virtudes están a la vista. Hay que ser un poco prudente para observarlas, antes de abalanzarse con el "fracasado".


La nobleza de los recursos utilizados. La coherencia de la ética con la que impregnas la vida. La pasión barnizada con tanta cordura. Gran enseñanza disponible para un padre, hacia sus hijos. Pedagogía a prueba de todo. Que, en el recorrido hacia el éxito, brille todo el proceso de eliminatorias para brindarte el reconocimiento que representa tu persona en lo integridad de las cosas. Todo se equilibra al final.


Felipe Pezzarini

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